¿Qué nos pasa en este país? La
comunicación se ha convertido en un arma para confundir más que para ayudar a
entender... La comparecencia de Rajoy el pasado domingo, a propósito de las
ayudas, rescate o como quiera llamarse, fue un ejercicio de frivolidad, tal y como se destaca en un artículo de El Pais titulado "El precio de no decir rescate". El
presidente estaba más preocupado en tratar de convencernos de que lo que había
pedido el gobierno era una línea de crédito y no un rescate... sin siquiera
hablarnos de las condiciones concretas.
En fin, aunque ha tratado aparentar seguridad y
convicción, los mercados, esta misma semana, se han encargado de
tirar por tierra esta imagen. A pesar de las ayudas, siguen sin creerse esta
historia. Algún día alguien con cara y ojos y capacidad de seducción,
convencerá a nuestros políticos que, aunque parezca difícil de entender, es más
rentable la transparencia. Perdón, ¡soy demasiado ingenuo!
Carlos Bascones