Los hábitos de los españoles han cambiado
mucho en los últimos años, las nuevas tecnologías han supuesto una revolución
para muchos. Nuestro día a día se ha convertido en una sucesión de correos
electrónicos, whatsapps, mensajes de texto, llamadas y conexiones a Internet.
Catalina Febrer Gomila
Nuestra forma de pensar y trabajar ha experimentado muchos cambios para
adaptarse a las nuevas tecnologías, son frecuentes los entornos laborales que
requieren dominar las nuevas tecnologías y estar permanentemente conectados
para trabajar. Son muchas las personas que presumen de realizar trabajos que
requieren una capacidad multitarea, ya que esta habilidad suele estar asociada
en nuestra mente como sinónimo de eficiencia y practicidad, pero ¿realmente el trabajo multitarea es mejor?
¿Podemos rendir al cien por cien si estamos siempre conectados?
En primer
lugar es conveniente aclarar en que consiste el trabajo multitarea, también
conocido en Psicología como Task
switching o conmutación de tareas. Consiste en pasar rápidamente de una
tarea a la otra, ya que aunque parece que las realizamos paralelamente no es así,
ya que diferentes tareas que requieren nuestra atención no pueden realizarse al
mismo tiempo. El trabajo multitarea supone una disminución de la productividad,
ya que tiene un coste de interrupción, que es el tiempo que tarda el cerebro en
volver donde estaba antes de la distracción. Según algunas investigaciones,
entre ellas las de Erik Altmann es
suficiente una interrupción breve de menos de tres segundos para que se doble
el número de errores durante el desarrollo de una misma tarea. Otro estudio
destacado en este sentido es el realizado en el año 2001 por Joshua Rubinstein, Jeffrey
Evans David Meyer titulado El control de ejecución de los procesos cognitivos en el control de tareas. En
éste los participantes perdieron una gran cantidad de tiempo cuando
intercambiaban múltiples tareas y este tiempo se incrementaba cuando aumentaba
su complejidad.
Pero no sólo somos más lentos cuando
intentamos abarcar más de lo que realmente podemos sino que también nos
arriesgamos a sufrir tecnoestrés,
una forma específica de estrés laboral relacionada con el uso de las TIC en sus
diferentes formas: internet, aplicaciones, correo electrónico, mensajes, redes
sociales, ordenadores… El tecnoestrés supone una serie de respuestas negativas debidas
a las dificultades o el abuso del uso de las TIC. Se manifiesta con la
inadaptación al uso de las TIC y su rechazo, también con su uso abusivo o
adicción.
El tecnoestrés puede producir consecuencias
similares a otras formas de estrés laboral,causando tanto alteraciones físicas:
dolores de cabeza, trastornos gastrointestinales, inmunológicos… como alteraciones psicológicas: insomnio,
dificultad para concentrarse, síndrome de burnout,etc.
Además a consecuencia del tecnoestrés también pueden producirse bajas laborales, absentismo o reducción del rendimiento laboral.
Además a consecuencia del tecnoestrés también pueden producirse bajas laborales, absentismo o reducción del rendimiento laboral.
¿Cómo podemos
hacer un buen uso de las TIC y prevenir el tecnoestrés?
- Conocer nuestra situación. Lo más importante para prevenir es saber cómo nos encontramos en estos momentos ¿estamos saturados de las TIC? ¿nos sentimos cómodos con su uso? ¿nos sentimos capaces de gestionarlas correctamente?
- Conocer nuestra situación. Lo más importante para prevenir es saber cómo nos encontramos en estos momentos ¿estamos saturados de las TIC? ¿nos sentimos cómodos con su uso? ¿nos sentimos capaces de gestionarlas correctamente?
- Moderar el uso
de TIC.
Actualmente es muy fácil tener una avalancha de información que nos llega por
diferentes canales y al mismo tiempo. Debemos saber que siempre tendremos una
gran cantidad de información en internet y las redes sociales y no debemos
querer abarcarla toda, sino que tenemos que ponernos unos límites y cumplirlos.
- Ser
organizados y constantes. Debemos
aprender a gestionar nuestro tiempo y
saber priorizar tareas por orden de importancia, dedicando más tiempo a
aquello que realmente es importante y limitando el tiempo que dedicamos a
tareas que sean menos prioritarias. Siempre es una buena idea planificar cuanto
tiempo dedicaremos a cada tarea, limitando el tiempo que dedicamos a tareas tan
sencillas como contestar correos electrónicos o conectarnos a la red, este tipo
de tareas si no les dedicamos un tiempo concreto pueden entorpecer nuestro
trabajo y propiciar que no nos concentremos.
Bibliografía consultada:
Rius,
Mayte. La trampa de la multitarea. La Vanguardia.p.28-29.
García,Eugeni.
Riesgos laborales de las nuevas tecnologías: el
tecnoestrés [en
línea]. [Consulta: 12 de junio 2015]. Disponible en: http://btcces.com/riesgos-laborales-de-las-nuevas-tecnologias-el-tecnoestres/
Actualidad
en Psicología. ¿Cuál es el costo cognitivo de la multitarea? [en línea].[Consulta:
12 de junio 2015]. Disponible en: http://www.actualidadenpsicologia.com/costo-cognitivo-multitarea/
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